Éxodo capítulo 12 desde el Verso 29 narra una de las plagas más terribles de las que fue objeto Egipto, la muerte de los primogénitos.
Sin embargo en medio de tal catástrofe, Israel fue guardado y ni uno de sus hijos fue tocado por esta mortandad. ¿Por qué? Porque Dios prometió protegerlos y lo cumplió.
Aunque ellos tuvieron que obedecer al pie de la letra las instrucciones de Dios, en cuanto a la cobertura de las casas con la sangre del cordero, no salir de sus hogares, (Éxodo 12:22) y la celebración de la pascua.
Decir que acudir a las promesas de protección contenidas en la palabra de dios, no te va a proteger de cualquier plaga, pestilencia o peligro, es decirle a Dios mentiroso y falso, porque Dios nunca incumplirá sus promesas, siempre y cuando sigamos sus instrucciones y andemos en obediencia.
No salgas a desafiar a Dios para la calle, no desobedezcas las instrucciones de cuarentena de las autoridades, sigue rigurosamente el protocolo de higiene contra el COVID-19, pero no te pienses que con hacer solamente eso, tú vas a estar protegido, no, porque si Dios no te protege en vano será lo que hagas.
La fórmula funciona así, sin dios nada funciona. Salmo 127:1
Amado, en medio de toda esta situación, no te dejes infectar por el virus, pero tampoco permitas que se infecte tu fe.
No dejes de creer en sus promesas.
¡Quédate en casa! abollemos la curva de contagio del coronavirus, toma todas las medidas de higiene, pero por nada del mundo pienses en Dios como un mentiroso, jamás pienses que Dios no cumplirá las promesas de guardar a todo aquel que habita a su abrigo y mora bajo su sombra.
Dios nunca deja a un justo desamparado.
Anny Esther Burgos. Santo Domingo, República Dominicana.
