Salmos 119:114 «Tú eres mi escondedero y mi escudo; en tu palabra espero.·
El Rey David escribe este Salmos, el más largo de la Biblia para instruir a su hijo Salomón en la Santa Palabra de Dios, el Alfabeto Hebreo de un modo poético.
El verso de hoy! Vemos la confianza del salmista a nuestro Padre Celestial, expresa la seguridad, la certeza, que Dios es su protector, es el lugar donde podía guardarse, protegerse, ocultarse.
Es nuestro Escudo: Arma defensiva, que se lleva en brazada, para cubrirse y resguardarse de las armas ofensivas y de otras agresiones.
David conocía el poder de las Santas Escrituras, que es Palabra Verdadera y Eterna, es por eso que ratifica en ella que esperaría, e inculca a su hijo su importancia, el mantenerse bajo su amparo y dirección. Por ello Salomón años después escribe el proverbio “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
Por eso te exhorto hoy a instruirte, como a un niño, deléitate en la Palabra, refúgiate en ella, busca su dirección, consejo, apoyo, sin importar tu necesidad y encontrarás lo que buscas, no hay mejor consejero, amigo y consolador que Dios, recuerda Él es quien te guarda, protege y esconde.
Dios te bendiga palabras de Luz
Luz Cruz
New York, Estados Unidos