Hoy celebramos el nacimiento del Cristo, Jesús, Emanuel, Dios con nosotros. Aunque las discusiones sobre el día imperan, lo más importante es el significado que tiene su llegada a esta tierra, haya sido en la fecha que sea.
Significa que no es una fiesta, sino un tiempo reflexivo por cuanto, Dios vino a salvar un mundo perdido, un hombre perdido y una sociedad rotundamente perdida.
No dejemos que el marketing, la política y los deseos de sobresalir le roben a Dios su espacio en nuestras vidas.
Usted y yo estábamos perdidos, eternamente perdidos y Jesucristo vino a darnos una esperanza de vida eterna.
Solo te pido que en medio del bullicio saques un tiempo para reflexionar sobre tu vida de pecador y agradecer a Dios por compadecerse de ti y enviarte un salvador.
No es tiempo para competir por cuál es el arbolito más caro o con más luces; cuál es la mejor cena, cuál dijo el mansaje más bonito. Es tiempo para reconocer que durante todo este año hemos pecado muchísimo y necesitamos el perdón de aquel que vino a salvar lo que se había perdido. La paz y la felicidad en tu corazón solo la da Dios y solo hay paz cuando nos arrepentimos de nuestros pecados. Por favor, ahora mismo, toma un tiempecito y confiesa tus pecados a Dios y pide la paz y la felicidad por ti y por tu familia. Dios te bendiga. Feliz Navidad!.
Pastor Dío Astacio
Santo Domingo Este, República Dominicana